Margarita cumplía ochenta y tantos…y su nuera hijo y nietos querían regalarle algo muy especial, y me propusieron plasmar en una tarta su playa preferida de Asturias, y éste fue el resultado. María solo me pidió que estuviera en el agua y que hubiera algo que hiciera referencia a su nombre, por eso coloqué el ramo de margaritas en la toalla.