No sé si os pasa, pero tengo una facilidad superior para pasarme horas y horas visitando blogs y más blogs, estamos en un momento de fiebre hacia lo bonito, de hacer todo parecer más bonito de lo que realmente es, aunque ya de por si lo sea bastante. Estamos en la época de instagram, pinterest, de los bloggers, éste es el siglo de las fotos, nunca ningún niño ha tenido más fotos de su infancia que los niños de ahora tendrán en el futuro. Los niños 2.0.
Me paso horas y horas envidiando (de una forma sana) cientos y cientos de blogs de toda la globosfera, me pregunto como tienen vidas tan perfectas, tan fotogénicas, unos niños tan limpios que hasta en foto relucen. Creo que la vida es preciosa de por si, pero que hoy en día tenemos además medios a nuestro alcance para hacerla parecer aun más estupenda.
Una de las cosas que mas me llamó la atención cuando empecé a visitar blogs de cocina era las mesas tan maravillosas que tenia la gente, esos fondos tan rústicos y maravillosos se me antojaban imposibles; ¿Como la misma persona podía tener tantas mesas como días de la semana?, cada día la comida lucía sobre una mesa aún más ideal que la anterior. Y en esas estaba hasta que un día me encontré un post en el que ví un tutorial sobre como elaborar fondos para fotos…ajaaaam, las había pillado. ¡Imaginaos lo que fue para mí¡¡!, tuve la misma sensación de sorpresa que de decepción, pero fue una de las cosas más determinantes para decidirme por escribir un blog…
Yo si quería, y sabiendo como…podía tener un blog con fotos tan maravillosas como todos los demás.
Y por eso hoy os he querido enseñar un poco de lo que hay detrás de petisui, de las fotos…Hay mucho trabajo, es también el porque de que a veces se me pasen las fechas de publicación, por falta de tiempo y organización.
Hay que pensar que cocinar, buscar la receta, comprar la materia prima, cocinar, encontrar el mejor momento del día para fotografiar y retocar las fotos, no sin antes redactar la receta y definitivamente publicarla. Todo esto, unido a dos niños pequeños…me parece una excusa más que suficiente. 😉
En esta foto se ve perfectamente la condiciones en las que tengo que trabajar de vez en cuando…Lo que no se ve, es la satisfacción que siento una vez las vuelco al ordenador y las veo y más aún cuando puedo comerme y compartir con mis dos peques lo que aparece en ellas.
