Después de ver esta receta finalmente me decidí cuando la vi en el blog de ” Kanela y limón”, y sus maravillosas fotos me terminaron de convencer de intentarlo y las verdad está buenísimo.
” El nombre de este pastel le viene dado porque aunque se prepara una sola crema, luego en el horno ella sola se divide en tres. Una primera capa, la superior, se convierte en un delicioso y esponjoso bizcocho, seguido de una capa intermedia con textura tipo flan y por último, una capa más compacta tipo pudín”
Con estas cantidades sale un bizcocho bastante grande así que os recomiendo lo preparéis e invitéis a merendar a unos amigos y a desayunar a otros.
Ingredientes:
8 yemas
8 claras a punto de nieve
1l de leche tibia
250g de mantequilla derretida y fría
280g de azúcar
225g de harina
La ralladura de un limón
2 cucharadas de esencia de vainilla
Preparación:
Lo primero que haremos, a parte de preparar y tener pesados todos los ingredientes, es encender el horno a 180ºC.
Empezamos mezclando las yemas con el azúcar y la esencia de vainilla hasta obtener una crema espumosa y blanquecina. Añadimos la mantequilla, la leche y por último la harina y la ralladura del limón y mezclamos bien. A continuación agregamos las claras con movimientos envolventes.
Volcamos la mezcla resultante en un molde rectangular hondo engrasado con mantequilla y espolvoreado de harina. Introducimos en el horno precalentado a durante 10 minutos y luego 50 minutos más a 160ºC.
Comprobaremos que está cocido pinchando en el centro con un palillo, si este sale limpio, el pastel está en su punto. Debemos dejarlo enfriar completamente antes de cortar de servir.
NOTA: Al tener tres texturas, la ultima es tipo pudín, por lo que es difícil de desmoldar, os recomiendo o bien hornearlo en un molde donde pedan desmoldarse los bordes, o cortar en trozos e ir sirviendo.